By Nora Ramirez
On Tuesday, this country took a 360 degree turn. An unscrupulous, racist, selfish, ignorant, hateful, and whatnot man is now the 45th President of the United States. I wonder how it happened? To be honest I do not know. I had so much faith and hope that this country would take a different path. A path where fear was not triumphant. Now only panic and anguish invade my soul. I fear the future of those I love, of my relatives, of my friends, of the millions of people living in shade in this country because they are undocumented. What will happen? I do not want the pointless propositions of that man to come true. The future that I was dreading now is my present.
How to feel proud of a person with so little ethics and values? Worse still, how can I refer to him as my president? He pointed me out, he despised me, he hurt me, he made me feel alienated in my own home, America. He does not know of needs, sacrifices, or scorn. A man with fame and money, someone like him cannot represent my needs or those of my people. Now, how do we change the perception of that man in the eyes of hundreds of children, those who were frightened by his words? Those who understood that this man wants Mexican immigrants out of this country, those who understood that this man devalues woman. How to change the negative image engraved in those who had the courage to get up along with their parents to fight for their human rights. Just like me those innocent souls feared this moment.
So, recognizing that I am an immigrant, I wonder whether I have actually been well seen and received all these years in this country. Maybe ever since I stepped on this land everything has been a farce. Today I am angry, sad and disappointed to know the true points of view of those who claim to be “true” Americans. How is it possible that even in these times people are so racist and discriminatory? How can a human being feel superior to another only because of their skin tone? I don’t understand! Nothing makes sense. Now my surroundings look different. I stopped feeling at home. I began to wonder if my classmates or teachers actually accept me for who I am and where I come from. Perhaps they are not as free from prejudice as they claim to be. Long ago I stopped feeling at home and today I feel less free than ever!
But here we are. No matter the circumstances, to this land we came and now it’s our home. Let’s keep our heads held high, we still have strength. We are fighters, workers, willing to help, to overcome, to desire. The dream is still alive, it is still present! May grace, knowledge, tolerance, respect, approval, commitment to serve others and not oneself live in our minds. Let us teach how to impart all those values that characterize us as immigrants. Let us not fall into the void of despair and continue to practice what some people lack.
To my immigrant community.
¿Es ese mi presidente?
La historia de este país dio un giro de 360 grados. Un hombre sin escrúpulos, racista, egoísta, ignorante, lleno de odio y demás ahora es conocido como el presidente número 45 de Estados Unidos. Me pregunto ¿cómo pasó? La verdad no lose. Tenía tanta fé y esperanza de que este país tomará un camino diferente. Un camino donde el miedo no fuera triunfador. Ahora solo pánico y angustia invaden mi alma. Temo el futuro de aquellos que amo, de mis familiares, de mis amigos, de las millones de personas que viven en sombra en este país por ser indocumentadas. ¿Qué pasará? No quiero que las proposiciones incultas de ese hombre se vuelvan realidad. El futuro que temía ahora es mi presente.
¿Cómo sentir orgullo de una persona con tan poca ética y valores? Peor aún, ¿cómo poder referirme a el como mi presidente? Él me señaló, me despreció, me lastimó, me hizo sentir ajena en mi propio hogar, América. El no sabe de necesidades, de sacrificios, de desprecios. Un hombre con fama y dinero, alguien como él no es digno de representar mis necesidades ni las de mi gente. Ahora, como cambiaremos la percepción de ese hombre ante los ojos de cientos de niños, aquellos que fueron atemorizados por las palabras de ese hombre. Aquellos que entendieron que ese hombre quiere a inmigrantes Mexicanos fuera de este país, aquellos que entendieron que ese hombre devalúa a la mujer. Como cambiar la imagen negativa en aquellos que tuvieron el valor de levantarse junto con sus padres a luchar por sus derechos. Aquellas almas inocentes, al igual que yo, temían este momento.
Entonces, reconociendo que soy inmigrante, me preguntó si en realidad he sido bien vista y recibida como ha pasado todos estos años. Tal vez desde que pise esta tierra todo ha sido una farsa. Hoy me enoja, entristece y decepciona saber los verdaderos puntos de vista de aquellos que proclaman ser “verdaderos” Americanos. ¿Cómo es posible que aún en estos tiempos se encuentren personas tan racistas y discriminatorias? ¿Cómo puede un ser humano sentirse superior a otro solo por el tono de piel? ¡¡No entiendo!! Nada tiene sentido. Ahora mis alrededores se ven diferente. Deje de sentirme en casa. Empecé a cuestionarme si en realidad mis compañeros de clase o profesores aceptan quien soy y de donde vengo. ¿Y si no? Tal vez ellos también esperan una oportunidad para poder sacar las uñas. Tal vez no son tan libres de prejuicios como dicen ser. Hace tiempo que dejé de sentirme en casa y hoy me siento menos libre que nunca!
Pero aqui estamos. Sin importar las circunstancias, aquí llegamos y de aquí somos. Con la frente en alto mi gente, que aguante aún tenemos. Esta es solo otra prueba de incoherencia e indolencia. Nosotros somos más que eso; luchadores, trabajadores, dispuestos a ayudar, a vencer, a anhelar. ¡El sueño sigue vivo, sigue presente! Que en nuestra mente viva la gracia, el conocimiento, la tolerancia, el respeto, la aprobación, el compromiso de servir para el prójimo y no a uno mismo. Enseñemos como impartir todos esos valores que nos caracterizan como inmigrantes. No caigamos en el vacío de la desesperación y sigamos practicando lo que a algunos les hace falta.
A mi comunidad inmigrante.